Mr. Fox of Jewellery Quarter
- GutBer English
- 8 abr
- 4 Min. de lectura
Mr Fox of Jewellery Quarter decidió acompañarnos en nuestros paseos por el centro de Birmingham durante Los Viajes de GutBer.
El negro cielo nocturno resalta el rojo cobrizo del ladrillo que cubre las fachadas de los edificios del Jewellery Quarter (LINK). Después de cenar, salimos de nuestro hotel para investigar la zona por calles desiertas empapadas por la suave llovizna del domingo. Caminamos distraídos por el frío comentando la ruta a seguir y las posibilidades de encontrar lo que buscamos: la estación del tranvía de West Midlands (LINK) que supuestamente nos queda cerca. No iremos muy lejos. La idea es caminar tranquilamente y fijarnos en lo que nos rodea. Ya hemos ubicado Saint Paul Square con su iglesia (LINK) y los locales de ocio nocturno de la zona. Y, a pesar de ser una parte de la ciudad famosa por su actividad musical, de estar en fechas navideñas poco antes de fin de año y de ser la hora de la cena, reina el silencio. No se ve un alma. De vez en cuando nos cruzamos con algún coche buscando cuidadosamente dónde aparcar.
Las antiguas fábricas del Jewellery Quarter y los edificios donde vivían los trabajadores de la revolución industrial, ahora reformados y reconvertidos en pisos modernos de zona residencial y, principalmente, para explotación turística, se alinean en filas estrechas y rectas creando una red de vías donde es fácil confundir unas calles con otras. Entre ellas fluye el canal, salvable gracias a puentes que junto con los pasos elevados de Metro LINK y tren, hacen que la navegación por Google Maps se complique. Estamos viajando siempre a dos niveles superpuestos y cuando ambos confluyen, reina la confusión. Eso explica que no consigamos encontrar la dichosa parada del tranvía, que está oculta tras edificios como si de otra ramificación del canal se tratase.
Al girar una esquina, nuestra conversación se interrumpe al aparecer en escena un elemento totalmente inesperado. Un animal cruza la calle en diagonal desde el otro lado hacia el nuestro, mirándonos de soslayo como preguntándose qué hacemos nosotros allí. Me mira. Le miro. ¿Es un perro? ¡No! ¡Es Mr. Fox!
Un hermoso zorro de elegante pelaje cobrizo cruza confiado y con paso ligero la calzada vacía de tráfico mostrando al viento su majestuosa cola dorada mientras sus ojos inquisitivos como dardos negros se paran en nuestra presencia. ¿Hemos interrumpido su rutina, Mr. Fox?

Mr. Fox pasa por delante de nosotros para perderse en la plaza que hay a nuestra derecha; un espacio abierto entre edificios que constituye el aparcamiento de los residentes de la zona. Lo sigo con la mirada intentando asimilar que es un zorro de verdad en pleno centro de Birmingham y que, a pesar de que es la primera vez que veo un zorro al natural a tan poca distancia, el contacto resulta curiosamente familiar.
Se pierde entre la oscuridad que rodea los coches del parking y entiendo que la anécdota ha terminado. Pero no puedo evitar volver sobre mis pasos para confirmar que realmente es un zorro el que me ha mirado a los ojos. Y sí, ahí está, merodeando entre las ruedas de los coches aparcados. Instintivamente, le hablo, “Good evening, Mr. Fox”. Y se gira. Hacia mí. Y me mira fijamente. Y reconduce su dirección. Empieza a caminar con agilidad ¡hacia mí! Vuelve a lo largo del muro lateral del edificio que rodea al parking, pegadito a la pared, siguiendo disciplinado la mínima acera de cemento que lo trae de vuelta a la calle por la que caminamos nosotros. Hemos seguido nuestro camino cuesta arriba ralentizados por mis continuas miradas hacia atrás para comprobar que Mr. Fox sigue ahí. Nos sigue. No huye del contacto ni resulta una presencia amenazante en absoluto, pero mantiene una distancia prudente y lo mismo hago yo.
Vuelvo a mirar hacia atrás y ahí está su cabecita, a la vuelta de la esquina, con esos pequeños ojos negros que brillan compitiendo con la oscuridad del cielo y resaltan bajo la luz tenue de las farolas, su cuerpo escondido por la pared del edificio que nos separa a unos pocos metros, el alcance de la mano, su mirada clavada en nosotros, sonriente y curioso. ¿De dónde salís vosotros?, parece decir, ¿queréis venir a explorar conmigo?
Pero nosotros no hemos detenido nuestra parsimoniosa marcha y él decide cruzar de nuevo la carretera y volver al lado del que surgió como de la nada. Ágil pero tranquilo se cuela bajo la reja de otro aparcamiento que hay allí y vuelve a pasearse entre los coches, mirando a veces hacia nosotros y finalmente perdiéndose entre las ruedas. Sólo entonces reacciono lo suficiente para intentar retener el momento y saco una foto donde sólo se adivina la ya pasada presencia de Mr. Fox. Es la pequeña prueba de que Mr. Fox es real y de que nuestro pequeño momento de conexión existió.
Al día siguiente, meditando sobre nuestro encuentro con Mr. Fox, caigo en la cuenta de que el zorro es una presencia continua en la cultura inglesa. Aparece constantemente en series, películas, obras literarias, … pero, ¿qué significado tiene el zorro en la cultura popular británica?

GutBer English es una academia de inglés en el centro de Coruña con más de 20 años de presencia en la ciudad y varias generaciones de alumnos que han salido de nuestras aulas dominando el idioma inglés y certificando su nivel con un diploma oficial que les ha abierto las puertas al mundo laboral y académico. Únete a nuestros grupos de inglés de Infantil y Primaria, ESO, Bachillerato o adultos, o participa en nuestros cursos online de Legal English para TOLES y de Sintaxis Inglesa para universitarios.
Comments